lunes, 11 de marzo de 2013

Un llamado especial


Debo confesar que siempre, desde que tengo memoria, he sido una persona emotiva y sensible....mis hermanas me consideran que simplemente soy una  “llorona”.

A medida que fui creciendo en edad y conocimiento _porque de estatura no fue mucho el cambio_  iba identificando cuáles eran esas cosas que hacía que mi corazón se sintiera chiquitito y lo manifestara con lágrimas en los ojos. En principio noté que no solo con las tristezas manifestaba tal ánimo, sino que las alegrías también eran motivo de llanto.

Cuando recién cumplí los quince años me hice el firme propósito de no llorar en público por más emoción que sintiera mi alma. “No es la mejor manera de actuar para una señorita” _decían las mamás de mis compañeras de estudio.

Pero por más “dura” que trataba de ser, había algo que hacía recorrer las lágrimas a través de todo mi rostro, las canciones que interpretábamos el grupo de catequistas que formábamos parte del elenco de Godspell, en el viejo teatro de la Iglesia de Las Mercedes, El Teatro “Cantares”.

Si, fue mi etapa de “artista”, ¡no se rían!, aunque yo no puedo contener la risa al recordar lo “especial” que era, tanto que lo había olvidado; hasta el día que recibí la invitación para ir a ver este maravilloso musical en el Centro Cultural Chacao hace unas semanas.

Se aglomeraron todas esas imágenes en mi cabeza y mi corazón comenzó a latir muy fuerte; hasta el olor del viejo teatro llenó mi memoria. Emocionada busqué los links de los videos subidos a youtube por el nuevo elenco _ muy bueno, por cierto_ de los que la Nota de Prensa hacía referencia  para promocionar tal evento. Al colocar el primero “Junto a ti” http://www.youtube.com/watch?v=DzW4voAhvKs regresaron las lágrimas...

Esta vez no cuento con quince años ni seré yo quien las interprete (¡Gracias a Dios!), pero lo que me  hacía enternecer  como dos décadas atrás aún hoy logra el mismo efecto, al escuchar las letras que habla de amor a Dios y a nuestro prójimo de mil maneras diferentes.

Publiqué la nota de prensa en la revista ( http://seryhumano.com/web/?p=2644 ) al tiempo que les contaba a mis príncipes mi breve experiencia en el teatro cuando tenía la edad que tienen ellos ahora, para lo cual luego de mirarse uno al otro con cara de asombro, y morirse ambos de la risa, me dicen “¡pero mami, si eres fatal cantando!” a lo que contesté, “pero conté con un público que me amaba” y terminamos riéndonos  los tres.

En efecto, Godspell que significa “La llamada de Dios”, fue para aquel entonces un verdadero llamado a mi espíritu. Recuerdo que sentía la necesidad de convertirme en monja porque quería “casarme con Dios” y las letras de las canciones  que no se trata más que de las  parábolas, extraídas principalmente del Evangelio de San Mateo, surtía en mi mente como si el verdadero Cristo representado por mi compañero de tablas, me estaba hablando  personalmente.

Después de tantos años, tener la oportunidad  de llevar a uno de mis príncipes a ver este musical, (gracias a que no me hice monja), fue como hacer un recorrido en la máquina del tiempo, en donde ambos  _mi hijo y yo_  pudimos atender a ese llamado especial, la palabra de Dios hecho música, baile y humor.

De este modo, al asistir a Godspell El Musical, gracias a la invitación que muy gentilmente me hiciere Evelyn Navas, recodé dos cosas que quizás había olvidado: la primera la emoción de estar sobre las tablas, cantando esas mismas canciones que escuchaba en el maravilloso elenco,  compuesto hoy por jóvenes talentosísimos, y la segunda que el ser “llorón” simplemente es experimentar  mi propia humanidad al sintonizar un llamado especial.

Yosmar Herrera /  @yosmarherrera
Fotos: Yosmar Herrera

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